México, 3 sep (PL) La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) está preocupada por la reiteración de linchamientos, muchas veces personas quemadas vivas, a manos de pobladores en varias localidades del país.
Se trata de hechos de barbarie como los ocurridos recientemente en Acatlán de Osorio, estado de Puebla; y en Tula de Hidalgo Allende, Hidalgo, donde cuatro personas fueron asesinadas públicamente al ser acusadas de robar niños.
En ninguno de los casos se pudo comprobar la acusación e incluso en uno de ellos, donde una mujer y un hombre fueron quemados vivos, se afirma en las redes sociales que eran productores de tortilla, víctimas de rumores infundados.
En Naranjos, estado de Veracruz, la policía rescató hace unos días a un hombre vestido de payaso quien trataba de buscarse la vida para poder financiar su viaje a su natal Chiapas, pero estuvo a punto de morir quemado bajo la acusación de robar menores.
Tan solo este año la CNDH tiene registro de al menos 25 personas que fueron privadas de la vida y otras 40 rescatadas con distintos grados de lesiones por muchedumbres de pobladores.
Al respecto la comisión prepara un informe en el cual enfatiza que la justicia por propia mano, como los linchamientos, es un acto de barbarie.